Es una pregunta fácil de contestar, desde luego todos los entes gubernamentales que emiten regulación, entre ellos, los municipios, deberían de hacerlo. No obstante, su implementación no es para nada fácil, primero, entendamos un poco como funcionan los Municipios:
El Cabildo es el Órgano máximo de autoridad en el Municipio, al que le corresponde la definición de las políticas de la Administración Pública, referente a leyes y reglamentos aplicables al Municipio.
El Cabildo está integrado por el Presidente Municipal, un Secretario, Regidores y Síndicos.
Dentro de las funciones del Presidente Municipal, están el ejecutar las decisiones del Ayuntamiento, ser el conducto para presentar las iniciativas de Ley en materia municipal, cumplir y hacer cumplir las leyes y reglamentos aplicables en el Municipio, representar al Ayuntamiento en la celebración de actos y contratos aprobados por Cabildo, resolver los asuntos que sean urgentes comunicando al Cabildo en las Sesiones de Cabildo.
Las funciones de los Regidores son, vigilar que se cumplan los Acuerdos y Disposiciones del Cabildo, informar y acordar con el Presidente Municipal sobre los asuntos pendientes en las comisiones, presentar los Dictámenes que correspondan a su Comisión de los asuntos a tratarse en las Sesiones de Cabildo, y votar o deliberar sobre los mismos, proponer al Cabildo acciones para mejorar los servicios públicos y para mejorar la atención de asuntos relevantes del Municipio.
El derecho de iniciar proyectos de iniciativa de nuevos Reglamentos, de Bando de Policía o reforma a los anteriores y demás, corresponde a los integrantes del Cabildo.
Para el análisis de los asuntos a revisar, los regidores se organizan en comisiones. Las Comisiones, ya sean permanentes o transitorias, estarán integradas en forma plural.
Por tanto, el Municipio mexicano es un ente gubernamental colegiado en donde la función gubernamental no sólo depende de un Ejecutivo (Presidente Municipal) sino de un grupo denominado Cabildo que también tiene la función de legislar, en donde, cualquiera de sus miembros puede presentar iniciativas de creación o reforma de regulación.
Ahora bien, en nuestra experiencia, hemos observado que los Cabildos no son entes uniformes y alineados, digamos, a una persona, meta o fin. En ellos, persisten intereses individuales que responden a agendas, estilos, personalidades, ideologías, consignas y metas de los miembros del Cabildo.
Es en ese escenario político, en donde debe operar el esquema de AIR que se diseñe, el cual presenta varios retos:
Que exista la voluntad política para que los miembros del Cabildo sometan sus iniciativas, antes de ser discutidas en el pleno, al AIR. Aquí hemos visto la mayor resistencia por los regidores, “cómo un representante popular, electo por la gente” va a someterse a lo que le indique un órgano administrativo considerado subordinado.
Que se apruebe un marco jurídico robusto que, al menos, en lo jurídico obligue a que toda iniciativa de creación o modificación de regulación pase por el AIR.
Que la unidad administrativa encargada de evaluar el AIR tenga los recursos humanos y técnicos suficientes para realizar su trabajo con eficiencia. Esta es una condición indispensable para una implementación exitosa.
Que el titular de la unidad administrativa encargado de evaluar el AIR responda a un perfil técnico y no político. Que su nombramiento o remoción corresponda a dos terceras partes del Cabildo y no a la decisión de una sólo persona o;
Considerar la posibilidad que dicha función sea encargada a un organismo descentralizado de la administración pública que no dependa de los vaivenes políticos coyunturales (Ej. Institutos de Planeación Municipal).
Finalmente, el diseño de la unidad administrativa no debe de hacerse pensando en las condiciones actuales del Cabildo, tal vez hoy tengamos un Cabildo muy alineado y consiente de la necesidad y beneficios del AIR, y entonces diseñamos algo muy endeble o poco robusto. Esta unidad debe estar pensada en condiciones poco favorables para tratar de asegurar su institucionalización en el Municipio y en el diseño de las políticas públicas.
Si requieres asesoría para implementar el AIR, no dudes en contactarnos.
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